Quise tanto ser la arquitecta de tus sueños,
la diseñadora de tus anhelos,
la dibujante de tus sonrisas...
Que no me percaté del daño que te estaba haciendo,
me destruí y construí múltiples veces
y sin saber de ciencias e ingenierías,
mi alma desgasté;
por aquel hilo que nos une,
transmití fuertemente mi desgarrador e insuficiente aliento.
Y no me arrepiento de haber hecho todo eso,
porque aunque te hice daño
y desarmé mis deseos de vivir...
hoy también gracias a vos,
construyo un nuevo sueño por mi,
que no hace más que alimentar y sanar mi alma
y transmitir más que amor puro.
Ahora te veo sonreír de la manera en que yo quería dibujarte sonrisas,
te veo anhelar mejor de lo que pensaba que era posible... porque anhelamos juntos lo mismo,
hoy yo sueño por un futuro que vos deseas...
mi inmensa felicidad.
Otra vez diariamente derramo lágrimas,
pero estas son de satisfacción pura,
porque es increíble el sentir del alma.
sábado, 5 de diciembre de 2009
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