domingo, 23 de mayo de 2010

De mis heridas he de recordar una gran felicidad

Este escrito me lo encontré entre borradores, probablemente pertenecía a un pasado del cual ahora solo cosecho frutos mágicos, pero creo que igual es importante mantenerlo por aquí, de mis heridas he de recordar una gran felicidad.


De una forma muy satirica
la ironía ataca con agallas,
filos más optimos que los de cuchillas
con la fuerza de una triste lírica.

La vida nos da esas lamentables vueltas
donde intentar sujetarse al presente,
es tan inútil y torpe
como sujetarse de una piedra en una corriente

Alguien no tan sabia me dijo:
la vida sigue una logica,
una formal, la de una elipse.
Para llegar arriba
se tiene que haber estado abajo
y viceversa...

Sería más fácil poder regresarme
al punto en el que existio una vez "la nada."
Cuando ni si quiera la sociedad sentaba regimenes dictatoriales
donde no había estilo de  vida,
cuando aún podía yo desarrollar un "yo" más puro,
sin parásitos sociales.

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